Los estudios funcionales representan una herramienta argumentativa a la hora de demostrar la razonabilidad de los resultados y los activos que afectan la tributación en el país.
De forma similar a los estudios de precios de transferencia, los estudios funcionales tienen un valor demostrativo y probatorio a la hora de delimitar el alcance de un negocio que no se incorpora en un país bajo la figura de sociedad, o persona jurídica, sino como porción de activos y funciones.
Precisamente es allí donde surge el mayor reto para el operador tributario y para el ente fiscalizador, obtener seguridad sobre qué porción del negocio y de los activos corresponde a un país en particular y cuál a la matriz extranjera.
Es por esto que los estudios funcionales se orientan a indicar con precisión qué actividades de negocio se ejecutan con los activos controlados por la sucursal o el establecimiento permanente, y en función de estás determinar cual es la estructura de resultados esperada y que debe dar forma a los estados financieros de dicha unidad de negocio; dicho en otras palabras cuanto debe facturar y que costos y gastos debería imputar en el proceso.
De manera complementaria, los estudios funcionales son aplicables a los impuestos que se tasan sobre el patrimonio líquido, caso concreto el impuesto al patrimonio en Colombia, resultando una segunda funcionalidad para la capacidad probatoria de estos análisis, en la medida que también indican qué activos y obligaciones son propias e inherentes a las funciones desarrolladas por la sucursal o el establecimiento permanente.
Dado que su naturaleza es misión en fundamentar la estructura patrimonial y de resultados de la sucursal, no reemplaza los requisitos formales de las operaciones con vinculados, por ejemplo la obligación de expedir y solicitar facturas, elaborar contratos y demás documentos legales que soportan las operaciones.
En resumen, un estudio funcional debería permitir esencialmente:
- Identificar con claridad los conceptos por los cuales debe obtener ingresos una sucursal.
- Ofrecer orientación sobre la cuantía de sus ingresos y margenes de rentabilidad.
- Identificar los costos propios o independientes y los compartidos por la casa matriz.
- Orientar sobre la estructura más razonable para sus estados financieros.
- Identificar los activos y pasivos propios, así como diferenciar los que le deberían ser trasladables desde su matriz.
- Separar su bienes y obligaciones de otros establecimientos permanentes pertenecientes a la misma matriz o propietario en el país.
José Eduardo Moreno Bastos
Especialista en Precios de transferencia